Fotografía: Andreas Mader
Texto: Christine Böhringer
Como miembros de la familia Endress, ¿qué representa para ustedes el nombre Endress+Hauser?
Steven Endress: Para mí, se resume en tres palabras: pasión, rendimiento y orgullo.
Klaus Endress: Una gran empresa en la que a la gente le gusta trabajar y con la que otros quieren trabajar. Al menos, eso es lo que me dicen (sonríe).
Sandra Genge: Me siento profundamente orgullosa de formar parte de una familia que, en apenas dos generaciones, ha construido una empresa extraordinaria. Con quienquiera que hables, ya sean jóvenes aprendices o miembros del equipo directivo, el compromiso con la empresa se percibe en todos los niveles. Es algo único, y me inspira cada día.
Sandra Genge y Steven Endress, ustedes representan a la familia en el Consejo de Administración, ahora que Klaus Endress se jubila. ¿Consideran que tienen la misión es transmitir la cultura de Endress+Hauser al mundo?
Steven Endress: Sin lugar a dudas. De hecho, es algo que ya hacemos día tras día. Hablamos de la cultura y la marca Endress+Hauser con el objetivo de infundir nuestros valores en los empleados de todo el mundo.
Sandra Genge: Queremos ser un reflejo de esta cultura, no solo como miembros de la familia Endress en nuestras relaciones con empleados y clientes, sino también en el seno de nuestras propias familias, pensando en nuestros hijos y en las futuras generaciones, tal como lo hemos vivido con nuestros padres.
Klaus Endress: Reflejar nuestra cultura, ya sea en nuestra familia o en nuestras relaciones con empleados y clientes, solo es posible si contamos con credibilidad. Debo estar convencido de que lo que hago es correcto para poder defenderlo con autenticidad. No basta con hablar de principios; hay que vivirlos. Así es cómo se transmite la cultura: de persona a persona, hasta que impregna toda la organización. Y ellos, a su vez, hacen lo mismo con las personas que les rodean. De este modo, sembramos y cultivamos la comprensión de nuestra cultura en cada rincón de la empresa.
¿Está esta base cultural lo suficientemente arraigada para garantizar el éxito en el futuro?
Sandra Genge: Creo que hemos construido una base sólida. El espíritu de Endress+Hauser pone en palabras los valores y convicciones que son importantes para nosotros, y la escultura "Lealtad y Responsabilidad", la representa visualmente. En 2006 creamos los Estatutos de la familia, un compromiso que nos une como familia en torno a objetivos compartidos y valores comunes. Será fundamental que sigamos promoviendo y fortaleciendo esta base en el futuro. Estoy convencida de que nuestros valores y nuestra cultura corporativa son lo que ha hecho de Endress+Hauser una empresa única y perdurable.
Señor Endress, ¿considera usted que la nueva generación ha asumido con convicción la cultura creada y cultivada por usted y que encuentra continuidad y renovación en quienes hoy lideran la empresa?
Klaus Endress: Sí, y estoy muy orgulloso de ello. Hemos trabajado mucho para mantener vivo el espíritu de nuestra empresa en la familia. Y debe continuar siendo así en el futuro. La solidaridad, tanto en la familia como en la empresa, es lo más importante. Es una tarea que exige compromiso diario, perseverancia y la firme decisión de no detenerse. Cuando visito la empresa y hablo con la gente, percibo un fuerte sentimiento de pertenencia.
Steven Endress: Si bien la tecnología es el ADN de la empresa, lo que realmente la impulsa son las emociones, la dedicación y la pasión de las personas que la hacen posible.
Sandra Genge: La sólida cultura corporativa de Endress+Hauser ha sido clave en su éxito. No es algo que surja de la casualidad. Fue sembrada por la primera generación y continúa desarrollándose y cultivándose con la segunda. Y así seguirá con la tercera. Esta es una de nuestras principales responsabilidades como familia.
Los cuatro valores de marca de Endress+Hauser son compromiso, excelencia, amabilidad y sostenibilidad. ¿Son estas reglas inmutables, o podrían evolucionar con los cambios sociales?
Klaus Endress: Son valores sólidos, parte esencial del espíritu de la empresa, y están firmemente arraigados en nuestros Estatutos de la Familia. Y se recuerdan fácilmente. Incluso quienes los ven por primera vez pueden comprenderlos sin necesidad de explicaciones adicionales. Estos valores ofrecen a los empleados una guía sólida para orientar su conducta.
Sandra Genge: El arraigo de estos valores en Endress+Hauser demuestra no solo el cuidado con el que fueron seleccionados, sino también la solidez que los caracteriza. Yo también me he preguntado si estos valores siguen siendo válidos hoy en día. Es una pregunta interesante. La sostenibilidad y la excelencia no son temas debatibles: ofrecer productos de calidad excepcional es una responsabilidad irrenunciable. Además, estoy convencida de que la amabilidad y el compromiso son más relevantes que nunca en nuestra relación con los clientes y empleados. En un contexto marcado por la escasez de talento cualificado y el reto de atraer a las nuevas generaciones, estos valores pueden convertirse en una poderosa herramienta para hacerlo posible.
Steven Endress: Los valores son los puntos de anclaje sobre los que se construye nuestra cultura. Pero la cultura –la forma de hacer las cosas– continúa evolucionando. La amabilidad, en particular, es un valor al que rara vez se da importancia en otras empresas. Como empresa familiar ¡creemos en ella! Nos cuidamos y apoyamos unos a otros. Este enfoque solidario se extiende también a nuestros clientes.
Sandra Genge: En paralelo, debemos estar atentos a la evolución del entorno y ser capaces de adaptarnos con flexibilidad y criterio cuando la situación lo demande. Nuestros Estatutos de la familia también debe ser una obra viva y práctica.
Endress+Hauser es una empresa familiar. ¿Se percibe como algo especial en el mundo?
Steven Endress: Para mí, ser una empresa familiar implica estabilidad y visión a plazo. Otras empresas tienden a actuar con demasiada prisa en determinadas situaciones y olvidan lo que más importa: las personas. Cuando decimos que las personas son el elemento más importante de la empresa, lo decimos de verdad. Es la manifestación más poderosa de lo que una empresa familiar puede llegar a alcanzar. La forma en que abordamos el Covid, por ejemplo, fue bastante diferente en comparación con muchas empresas que cotizan en bolsa.
Sandra Genge: Una empresa familiar puede pensar en generaciones y no en trimestres como suele ocurrir. Esto nos da una gran libertad a nivel empresarial.
Klaus Endress: Estoy convencido de que las empresas familiares, al menos las buenas, tienen más éxito que muchas compañías que cotizan en bolsa. Dado que el éxito de la empresa es también el de la familia, su compromiso con su desarrollo es profundo y constante. Nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad, y sabemos mantener la confianza incluso en los momentos difíciles. Los empleados saben que tienen un buen trabajo seguro. Y si tu trabajo te gusta, lo harás bien.
La familia Endress ha crecido hasta contar con más de 75 miembros. ¿Eso hará que sea más difícil garantizar esta solidaridad?
Sandra Genge: Sin duda, hoy somos una familia mucho más grande. En el pasado no disponíamos de unos estatutos que establecieran directrices para los miembros de la familia. Nos conocimos de forma espontánea. Celebrar la Navidad en casa de mis abuelos era una cita ineludible. Hoy seguimos celebrándola, junto con otras seis reuniones familiares que mantenemos cada año. Lo bueno es que acude mucha gente, incluso familiares que viven en Canadá, Francia o Inglaterra. En efecto, vivimos según nuestros Estatutos. La tercera y cuarta generación mantienen una excelente relación, y algunos incluso comparten vacaciones de forma habitual.
Steven Endress fue el único representante de la tercera generación que asumió un rol activo en la gestión operativa del negocio. ¿Esperabas un poco más de implicación?
Klaus Endress: Por supuesto que sería fantástico que alguien de la familia se uniera a la empresa. Eso sí, deben cumplir con los mismos requisitos que cualquier otro candidato. En un inicio, los requisitos para que los miembros de la familia se incorporaran a la empresa eran excesivamente restrictivos: solo se les permitía acceder a cargos directivos. Con el tiempo, comprendimos que ese planteamiento era demasiado limitado y dependía de criterios demasiado rígidos. La tercera versión de los Estatutos ya está en vigor. Los miembros de la familia pueden trabajar en cualquier nivel dentro de la empresa y desarrollar su carrera profesional al igual que el resto de empleados. Como miembro de la familia Endress, no recibirá ninguna bonificación o penalización. Sin embargo, esta apertura llegó algo tarde para los miembros de la tercera generación, quienes ya habían tomado otros caminos profesionales.
Sandra Genge: Muchos de los miembros de nuestra generación ya habían desarrollado su carrera profesional cuando se implementaron los Estatutos en el año 2006. Aun así, confío plenamente en el interés y el compromiso de la generación más joven.
Steven Endress: Uno de los retos que enfrentamos hoy es que la magnitud de la empresa puede parecer abrumadora. Sandra y yo tuvimos la fortuna de contar con unos padres que ya habían trabajado en este proyecto. Para nosotros, comprender el negocio siempre fue algo natural y accesible. Es más difícil entender la empresa desde la distancia. Intentamos acortar esa distancia mediante iniciativas como el Día de la Familia. Creo que estas actividades seguirán dando frutos. Si disfrutamos de lo que hacemos, nos llevamos bien entre nosotros y aceptamos la responsabilidad, la empresa también se beneficiará de ello. En el fondo, la familia y la empresa laten con un mismo corazón.
¿Cuáles cree que serán sus principales funciones y áreas de responsabilidad en el Consejo de Administración en el futuro?
Sandra Genge: En pocas palabras, nuestro trabajo es representar los intereses de la familia y garantizar que Endress+Hauser siga siendo una empresa familiar exitosa. Aportamos la perspectiva de la familia y representamos la cultura y los valores.
Klaus Endress: Lo importante es garantizar que las decisiones se tomen en el mejor interés de la empresa. Eso es lo que siempre he hecho a lo largo de mi trayectoria. Nunca fui un lobista de la familia. Si tomamos decisiones equivocadas, las consecuencias afectan no solo a la empresa, sino también a nosotros como familia.
¿Cómo valora usted el entorno empresarial actual en relación con Endress+Hauser?
Klaus Endress: Somos conscientes de que hay numerosos aspectos en el mundo actual que no funcionan como deberían. Paralelamente, asistimos al auge de tecnologías disruptivas —como la IA. La gente tiene miedo y quiere alguna garantía de continuidad. El miedo es un mal consejero. Te hace pensar en todo excepto en el trabajo del que tienes que ocuparte. Algo que nos lleva de nuevo a la cultura. Cultivar la interacción entre clientes, empleados y accionistas es lo que marca la diferencia. Si nos cuidamos unos a otros, podremos superar cualquier situación, de eso estoy convencido.
Steven Endress: Creo que una de nuestras principales fortalezas es la diversificación, tanto en nuestro portafolio de productos como de los servicios y soluciones que ofrecemos. Esto nos sitúa en una posición altamente competitiva dentro del mercado. La historia demuestra que los momentos de mayor crecimiento para Endress+Hauser han surgido precisamente en épocas de dificultad. No prescindimos de nuestro equipo, lo que garantiza estabilidad y continuidad. Seguimos fielmente nuestra brújula interna y actuamos con coherencia, independientemente de las circunstancias externas.
Sandra Genge: La empresa ya ha demostrado esta resiliencia en varias ocasiones. Se basa en varios factores, entre ellos la diversidad y la cultura. Aunque el contexto actual presenta desafíos, también abre un abanico de oportunidades estratégicas para la empresa, particularmente en lo relacionado con la sostenibilidad. El futuro nos ofrece un gran potencial si sabemos medir con rigor y gestionar los recursos de forma responsable.
Una última pregunta, Sr. Endress. ¿Tiene algún consejo para Sandra Genge y Steven Endress?
Klaus Endress: No, la verdad es que no. Si en algún momento lo necesitan, estaré aquí para acompañarlos con mi apoyo y experiencia.
Sandra Genge, Steven Endress, ¿qué han aprendido de Klaus Endress?
Steven Endress: La lección más importante es la responsabilidad. Recientemente participamos en un evento familiar, y destaqué lo valioso que es poder compartir este tipo de encuentros. Su respuesta fue clara: “Sí, pero alguien debe garantizar que realmente se lleve a cabo”. Implica mucho trabajo. Klaus no solo habla: actúa, y con ello se convierte en un referente para quienes lo rodean. Si nos guiamos por este ejemplo y asumimos con convicción nuestra responsabilidad, seguiremos teniendo éxito.
Sandra Genge: Siento un enorme respeto por lo que mi tío ha hecho y continúa haciendo por la empresa y la familia. Mantiene una perspectiva amplia y toma decisiones pensando en el bien común, nunca desde el interés personal. Es algo que siempre he admirado y que me sirve de inspiración.
Publicado: 19.12.2023